¿Qué es?
Es uno de los métodos más avanzados en cuanto a tecnología, utilizando aire comprimido para lograr una ráfaga de hielo seco que remueve contaminantes de forma no abrasiva y amigable con el ambiente. Esta técnica permite una limpieza más eficiente al no dejar residuo y ser posible de usar en línea y sin necesidad de apagar las máquinas.
Actualmente, la ráfaga criogénica está siendo utilizada en un amplio conjunto de aplicaciones desde remoción de residuos orgánicos hasta tarjetas de circuitos y semiconductores.
¿Cómo funciona?
Con una ráfaga de aire comprimido se envían partículas de hielo seco a la superficie a limpiar. Al contacto con la superficie estas partículas se subliman causando una micro-explosión provocando la liberación del contaminante.
Velocidad, temperatura y cambios físicos/químicos del hielo seco son los factores que determinan la eficiencia de esta técnica.
Beneficios
- Velocidad.- permite una limpieza más rápida y sin necesidad de mover equipos, ya que es posible dar limpieza-en-sitio.
- Sin daños.- al ser una técnica basada en sublimación la integridad de la superficie no se compromete, haciéndolo un método ideal en materiales sensibles.
- Sin residuo.- el único residuo a recoger con este método es el contaminante o suciedad en sí.
- No tóxico.- este método tampoco utiliza químicos, por lo que reduce riesgos y evita costos adicionales.
- Sustentable.- cumpliendo con nuestra certificación ECOBLAST, la ráfaga criogénica utiliza bióxido de carbono, un elemento no dañino para el medio ambiente y es fácilmente disponible.
- Sanitario.- la temperatura del hielo seco inhibe las bacterias y crecimiento de moho. Así pues, este método además de limpiar, desinfecta.